El ejercicio alquímico de Marie. Maderas orientales y resinas transformadas en oro perfumado. La Nariz compuso esta fragancia con reminiscencias de un Egipto antiguo y mágico, en una época en la que el per-fumum era un tributo a los dioses.
Una fragancia suntuosa y cálida. Una perfecta representación de Oriente en la que resinas, maderas y flores orientales se convierten, sobre la piel, en una perfumada dedicatoria al dios del perfume. Voluptuosa y sin medida al principio, se vuelve más dócil y sutil a medida que revela su corazón. Un perfume concebido como un ungüento balsámico: notas intensas seguidas de una larga cola.
Notas de salida: Ylang-Ylang, ámbar
Notas de corazón: Incienso árabe, pachulí indonesio, mirra, cedro del Atlas
Notas de fondo: Madera de Cachemira, vainilla ambarina, sándalo
Perfumista: Marie Duchêne